Imprimir

LOS QUE ESTAN SOLOS: CONFIESO QUE HE VIVIDO

LOS QUE ESTAN SOLOS: CONFIESO QUE HE VIVIDO

Por Omar Ramos (abogado, escritor y periodista colaborador en suplementos literarios)

Una selección de cuentos requiere del autor un criterio para elegirlos y agruparlos en un libro. A veces se recurre a congregarlos en una única temática: cuentos históricos, policiales, religiosos, psicológicos, entre otros temas. Los tres cuentos largos o novelas breves de Rodolfo Walsh, conocidas como el ciclo de los irlandeses, tienen como protagonistas a adolescentes irlandeses huérfanos reunidos en un internado. En otras ocasiones, es un único espacio en el que se desarrolla la acción de los personales. El registro de la voz narrativa y el estilo del escritor también pueden primar en la selección. Es el caso del libro de cuentos de Liliana Allami, Los que están solos, editado recientemente por la Colección Ojo Lector de Moglia Ediciones, que se caracteriza por un tono propio, ya que la autora desarrolla los distintos temas y argumentos con un registro que los unifica. Emplea para ello un estilo preciso, directo, por momentos llano, ajeno a adjetivaciones estériles.

El primer cuento titulado “Ahí es lo innombrable” refleja un cuadro de conflicto que describe el pesar de una mujer, Mariana, que tiene que afrontar la cárcel de su marido, Mario, y quedarse sola con el hijo de ambos. A pesar de las dudas y los perjuicios sociales, la protagonista logra concretar su deseo y seguir sintiendo la vida.Tiene gracia, sabe que tiene gracia, los brazos que se elevan, las manos como alas, las puntas de los dedos descorriendo al fin aquel telón sombrío para dejarla entrar de lleno en la franja luminosa.

La autora utiliza los recursos de los diálogos directos y también el indirecto libre: El domingo estarán de vuelta a las seis, ¿no es cierto? Anuncian muy buen tiempo.

Más adelante, en “Una familia feliz”, Allami abre la trama con un hecho impactante, que aprovecha para desarrollar, en un costumbrismo acertado, los vaivenes de una familia de clase media.

En “Como de la familia”, el enamoramiento de la protagonista: Él no me había mirado, pero yo quería seguir viéndolo. Todos los días, todas las horas posibles, toda la vida, ¿por qué no? Toda la vida...¿Y qué pasó?, muestra la interacción del personaje central con sus padres, primos, tíos y amigos, texto ambientado en Mar del Plata. Hay mandatos, celos, culpas, traiciones y un deseo juvenil omnipresente. La autora describe, por momentos, una sensualidad desarrollada con sutileza, no con subrayados, pero en el mismo cuento recurre a efectos con un tono explícito y coloquial que el lector no espera y por eso impacta: Y encima de ella el tío Marcos, manoseando sus tetas, chupando los pezones, bajando con la lengua hasta el ombligo, enrollada la pollerita blanca encima de las nalgas.Él parecía otro, un animal, un bruto...La pérdida de la inocencia la lleva a decir a la protagonista: El paraíso se había convertido en un infierno ¿Qué pasaría si contara?

En “A doble página”, la protagonista es una escritora, que describe su paso por un taller literario, la publicación de su novela, la presentación, las críticas malas y elogiosas sobre su texto, sus dudas, la recepción en sus familiares y amigos y un final penoso para ella.

En “De golpe”, un hecho no previsto, no imaginable para la protagonista: De golpe un alboroto, el sonido de su celular, la pantalla que se enciende, crea una tensión y un asombro que termina con un cierre inesperado. Ambos personajes esconcen lo ocurrido y prefieren no indagar o mentirse.

En definitiva, Los que están solos, de Liliana Allami, es un libro de cuentos que indaga con profundidad la psiquis de los protagonistas, en historias bien narradas, donde los personajes pueden decir, en palabras de Pablo Neruda: Confieso que he vivido.