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De la edición del libro Poéticas del malestar por Rafael Morales Barba, con prólogo de Antonio Gamoneda

De la edición del libro Poéticas del malestar por Rafael Morales Barba, con prólogo de Antonio Gamoneda

De la edición del libro Poéticas del malestar por Rafael Morales Barba, con prólogo de Antonio Gamoneda, reflexiono sobre poemas de Juan Antonio Bernier con sus libros Así procede el pájaro (2004) y Árboles con tronco pintado de blanco (2011).                 Destaca en sus poemas el minimalismo, que busca lo esencial eliminando lo superfluo, en un tono evanescente, que esfuma un impresionismo intimista, esto es, con evocaciones que captan el mundo de los sentidos, de las sensaciones, tratando de suprimir el elemento intelectualista y reflexivo para capturar lo completamente intimista.              En “invierno, de nuevo”, alude a la hierba que como indica Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, en su Diccionario de símbolos (2015), ésta es símbolo de todo lo curativo y revivificante, las hierbas devuelven la salud, la virilidad y la fecundidad. Juan Antonio Bernier compara su amor con el efecto de las hierbas.                 En “Amanece en el bosque”, el bosque solicita atención, mira de forma familiar. Al bosque, por la espesura de su follaje, que impide avanzar a la luz (conocimiento), según Alfonso Serrano Simarro y Álvaro Pascual Chenel, en su obra El libro de los símbolos (2012), se pide, a través de los pájaros del poema, la atención a las hojas que el bosque solicita; pero a través de una neblina inconsciente, es decir, el conocimiento de la inconsciencia en el ser humano, impresionista, no intelectualista.               En un “Anciano en la espesura”, se reivindica la mansedumbre de los ancianos, el silencio anímico de los acontecimientos, frente al ruido crispado de algunos acontecimientos de la vida de cualquier persona. Son tres estrofas expresadas en cuartetos con endecasílabos, cuyo ritmo fónico versal de la rima es libre. Sobre el declive temporal de agotamientos de las horas, que suponen las tardes en nuestras vidas.                 En “Anisa” se alude, de forma intimista, a la amada: /Mi ropa/colgada de cualquier/forma/sobre tu bicicleta./            En “Un relato pictórico casual” se consolida su impresionismo poético y pictórico donde se describe las cualidades del objeto observado, registrando primeramente las sensaciones, totalmente minimalista: /Anaqueles de ropa tendida./ Sugieren algo risueño/ allá en lo alto,/ contra un fondo de ladrillo./   En “No sé, quizás, supongo, pero” el tono sigue siendo minimalista e intimista: /Y hay un ritmo en la calle/ que sigue sin nosotros,/y el día pasa así,/ aunque no nos afecta, /porque eres hermosa/ y mi belleza tiende hacia la tuya./          En “Sonido: su nido”, con rima asonante en los pares y hexasílabos, se produce la figura retórica de la anadiplosis, que por el uso reiterado en sus cuatro versos se denomina concatenación o conduplicación. De nuevo se reivindica el silencio anímico, frente al ruido anínimo, en un esfuerzo de encontrar y desarrollar una comunicación humana certera, fidedigna, dentro del sonido de los trinar de los pájaros con su armonía acústica: /La nieve en el alba, /el alba en el filo,/en el filo el ave,/ el ave en trino./

PUBLICADO EN DIARIO JAÉN SUPLEMENTO DOMINICAL LA SEMANA DOMINGO 24/03/2019 CON EL POETA JUAN ANTONIO BERNIER

Encarnación Sánchez Arenas