Premio de poesía Alba Volante

Jorge Etcheverry El Alba Volante, básicamente un blog, pero también un presunto sub sello editorial, brote de Split/Quotation, decidió, cuando los medios y la oportunidad se dieran, instaurar un premio a diversas concreciones de la poesía en castellano. Este premio, que se quiere y se pretende anual—sujeto a los medios disponibles, como se decía, y que carece de apoyo institucional a ningún nivel, ha discernido hasta ahora dos instancias, la primera a la poesía de vanguardia y la segunda a la antipoesía. Esto porque si bien en la actualidad la poesía cumple un importante papel en la manifestación del lo que podríamos llamar el consenso humanista, las formas de poesía que tienden a revitalizar y transformar el lenguaje y la perspectiva poéticas permiten la continua renovación del género. Esto debido a que la reiteración—que crece en proporción geométrica con las tecnologías de información y comunicaciones, especialmente la internet—constantemente amenaza volver a la poesía en un muestrario de clichés y lugares comunes, haciéndola perder su eficacia y convertirse en una simple reafirmación de las convicciones del grupo que la emite, pero del que no trasciende. Por otro lado, las compilaciones y premios temáticos son abundantes, y por eso hasta ahora hemos preferido las maneras o estilos, antes que los contenidos. Esto puede cambiar y estamos barajando posibilidades para un tercer torneo, que podrían ser el texto intergenérico, o, si se tratara de contenido, la poesía femenina, ambiental, de resistencia o revolucionaria, en fin alguno de los elementos temáticos que juegan un papel en el proceso de re axiologización de la poesía. En fin, en el intertanto le damos a conocer a los lectores los ganadores de las dos versiones de este premio, cuya aceptación ha sido masiva y que se realiza exclusivamente por medio de la internet. Premio del primer concurso de poesía en castellano Alba Volante, de poesía de vanguardial: La maquinaria de los pájaros Jorge Fernández Gonzalo La maquinaria de los pájaros I Mi cuerpo atravesado por todas las máquinas, por las astillas huérfanas de la visión, por toda esa retórica de pájaros con los que dar figura a lo imposible. La luz, en los espinos, se calcina aún con demasiada coherencia. Desconfía de las palabras que penetran el aire y que palpitan entre ramas abatidas de almendros, en las entrañas puras de los gorriones. Mi cuerpo tiene un hueco de pisadas, una perforación de crisantemos, máquinas para dar nombre al alba de unos brazos, máquinas para mis dedos-brisa, para la unión de mi mirada-arrecife o el sutil engranaje de unas bocas. II Todo pájaro forma una máquina: la maquinaria de mi visión que se alía a su vuelo, que coagula el paso de sus alas y sesga en cristales diminutos la superficie del aire como un cristal que no tuviera reflejo alguno, como un fondo de agua adonde un pájaro fuera una piedra, una piedra tirada al río, una rendija que poco a poco desvelara las oquedades de un cielo de ceniza, la interrupción de nubes metálicas adonde una luz invisible da textura a unas manos, acecha el límite, perfora los cuerpos con un grano de claridad, da la pureza de lo complejo, configura una máquina, el resorte de aves y de nubes, el cableado de la confusión, la disfunción de lo asombroso. Hay demasiadas máquinas, y pájaros. Ningún pájaro es real, sino el profano vínculo entre una mirada y un cuerpo que aún no puede recibir la lápida del nombre, su espesura, acontecer cuando ya todo lo que une al acontecimiento es una franja sin espacio, el margen discontinuo del olvido.¿Ven las aves en el cristal que ellos mismos han hollado en la carpa del cielo las mismas ficciones que vislumbro, el mismo desconcierto de luz, la tracería de nubes deshiladas? No hay palabras para todos esos artefactos porque toda palabra revela, solamente, una interrupción de alondras. III Hay demasiadas máquinas, demasiados pájaros, demasiadas ficciones en este cielo improbable que nos deja el plácido consuelo de su mentira hecha ya cuerpo del poema, escritura que rompe con el fulgor de la caliza, que da nomenclatura al tallo irisado de la luz. No dar palabra a esas máquinas, a la alianza entre los pájaros y mi mirada al tanto de su vuelo, sino a ese espacio, ese vacío aún por ser pensado cuando han pasado todos los vencejos. Jorge Fernández Gonzalo, 1982. Doctor en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, ha realizado una tesis doctoral sobre la poesía del poeta Claudio Rodríguez. A su tarea investigadora hay que añadir una reconocida trayectoria como poeta. El autor ha publicado los libros Amantes invisibles (2003), Premio Blas de Otero por la Universidad Complutense; Mudo asombro (2004), Premio Joaquín Benito de Lucas; Una hoja de almendro (2004), con el que obtuvo el Premio Hiperión de poesía joven; El libro blanco (2009), en la editorial Huacanamo y Arquitecturas del instante (2010) en la colección Adonáis. Codirige la revista digital Revista Neutral, sobre la obra de Maurice Blanchot, y ha publicado diversos estudios sobre poesía, filosofía y pensamiento. Premio del segundo concurso de poesía en castellano Alba Volante, de antipoesía: Variaciones sobre el tema Felipe Quetzalcoatl Quintanilla Variaciones sobre el tema             y Dios creó el mundo y vio que todo era bueno agarró entonces un poco de barro entre sus manos y formó del barro a imagen suya a la Mujer La Mujer tenía dominio sobre el mundo los mares y las tierras pero Dios vio que necesitaba compañía porque estaba solita y entonces después de provocarle un sueño profundo a la Mujer le quitó una costilla con la cual y con más barro del que había quedado hizo otro ser a su semejanza pero faltaba algo se dijo Dios y entonces del barro sacó una lombriz y se la puso entre las piernas al nuevo ser que desde entonces Dios llamó, Hombre la lombriz entre las piernas empezó a hablar al Hombre y le metía ideas sonsacadoras acerca de un árbol de manzanas el cual Dios ya había dicho no tocar el Hombre empezó a tentar a la mujer “ándale mi amor, no seas mala.¿no ves que mi lombriz tiene sus necesidades?” y ¡chaz! que se comen las manzanas después dejaron las cáscaras tiradas en el suelo y se tomaron una siesta al pie del árbol en eso llega Dios y dijo… “¿qué ondas paso aquí hijos de su…de su , de su…” y el resto es Historia * Historia historia de lágrimas derramadas sobre campos de batalla por idiotas arrepentidos que sí quisieron un mundo mejor a lo mejor pero solo sirvió pa’ conocer el sabor de la sangre caliente de tu hermanito el viento empujaba su soplido en nuestra dirección pero cambió la dirección del viento y junto al sabor del cacahuate del sándwich que tragábamos el paladar se confundió con un nauseante olor a carne fresca y te acuerdas lo que vimos atrás del cerrito mil seres humanos inertes todos torcidos ojos abiertos mil ojos muertos que miran ¡por Dios! ¡los pinches putos! no tuvieron la decencia ni de ponerles tierra encima y te acuerdas que… esto sucede cada día día a día con roca puñal metralleta bomba roca puñal metralleta bomba puñal metralleta bomba metralleta bomba ¡bomba! atómica y gases siniestros que queman el oxígeno de los pulmones de los niños ¡los niños! soldados ingenuos porque aquí se manda señores dinero poder y sangre y sobre todo sangre en nombre de tantos nombres que quedan como… vejestorios del armario esqueletos del armario de la humanidad que salen a jalarnos los pies por la noche cuando dormimos y cerquita a la orejita susurrarnos muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte muerte… * rueda mecánica de mil toneladas la revolución ¡es una pendejada! me lo explicó mi padre re… evolución re…petición es una rueda… “por hay va la rueda déjenla rodar” porque sinó te aplasta como a los poetas y los nobles auténticos que mueren y los pobres aún y siempre pobres para siempre y por siempre y los indios ¡Amén! rêve….illusión el hijo de puta jefe de guerrilla por quien murió mi tío chito ¡vive…! en Miami pensionado por la CIA a la cual da consejos sobre temas anti-terroristas por la causa.. mi abuelo el campesino perdió sus tierras y mi abuela frente a las cámaras de televisión buscaba a su hijo chito el desaparecido pero él ya muy muertito en la fosa común con diez tiros en la cabeza sin testículos… y mi lindo padre ahí en la cárcel a los 17 años… papá dime papá papá por qué para qué papá papá por quién yo también papá soy revolucionario yo también le hubiera entrado al mole mi pecho por el pueblo levantando la hostia Dejando descubierto el corazón a la bala que destruye el sueño pero nací tarde y papá cuando veo que la sangre corre hacia las alcantarillas que ese día Dios sacudió las nubes para que lloviera lavando las calles la aceras la ciudad la memoria de la historia * pregunta y propuesta… dime tú Simón Bolívar ¿qué haces aquí al frente del hotel Novotel? qué raro te ves, y fuera de lugar lleno de nieve tus hombros y cabeza como yo con hartas ganas de llorar este mundo frío que hierve ¡cómo enferman los presidentes cowboys! se podría cambiar el canal o de pronto vomitar ver cualquier otra cosa pero se estrellan aviones contra los edificios se quema el petróleo en Irak y sobre un piso de tierra de cocina American GI José Pérez, José can you sing?? agoniza… (respiración aumentada) sus pulmones ponchados por una bala que rebota entre costillas inundando de rojo espeso los espacios sagrados de sus pulmones Y Simón, en cinco segundos va morir 4… 3… 2… 1 ahogado muertito matado por un terrorista ¡niño! de 10 años ay…¿Simón Simón Simón ? compadre dicen por ‘ay que la juventud es ciega ciega o talvez sorda o más bien muda Yo Tú… tarta-tata-tata mudos Frente al hambresidagenocidio de nuestra madre África y la chatarra co-co-rrosiva que ca-ca-cagamos la caca que tragamos y cagamos atascando las gargantas de las selvas y las ballenas y entre chistes y tristezas o más bien chistosas tristezas Simón las chingadas internacionales el enemigo de nuestra humanidad las Inter- nación-ales nos tienen fichados desde satélites en la atmósfera por medio los chips que nos meten en los putos cornflakes y lo más triste Simón más triste que tres tristes tigres…¡Quién putas lee ya poesía! ¡Vámonos! a la chingada compadre nos llevamos a nuestros compadres y comadres todo padre a toda madre río arriba por las arterias hasta al corazón de las amazonas a borde de mi submarino amarillo… baja el puño hermano que no hacen caso… tráete tu cinismo, tus cigarrillos y nos llevamos a mis extraterrestres ilegales de las granjas tomateras de los u- ni-ted es-ta-tes que se traspasaron en el interior de piñatas o entre puercos chiles verduras guajolotes a los poetas exiliados, que se acuerdan de Allende los homosexuales que se quieran o no casar los indígenas los negros los supuestos terroristas y la juventud encabronada tarta-tata-tata-tata-tata-tata-tata-tata muda Simón te parece empezamos Simón una tribu de desnudos sinvergüenzas sin vergüenza todos y todas lindamente desnudos desnudas como los monos fumándonos un gran churro de marihuana autóctona y tú y yo ya verás Simón ¿Simón Simooooón ? haremos el amor ¿Amorcito Corazón ? con una mujer que tenga la historia de la humanidad escrita en su cara que nos diga cómo quererla bajo estalactitas de una cueva abajo en el agua de una laguna en las altas ramas de un árbol amante de las estrellas sobre el calorcito quemante de una roca al sol ahí junto a la pendiente donde se suicida el a g u a de las ca tara ta s Felipe Quetzalcoatl Quintanilla Nacido en la Ciudad de México en 1981 y emigrado a Canadá en 1991. Después de probar suerte como seminarista y estudiante de medicina, se ha entregado completamente al estudio de cine y literatura. En el presente, termina los últimos requerimientos del doctorado en estudios hispánicos en la universidad de Western Ontario. Su tesis intitulada The Reel Latina/o Soldier in American Cinema emprende una práctica de arqueología sobre la representación del soldado Latina/o en el cine de guerra estadounidense desde sus inicios en 1943 hasta la actualidad. Sus intereses se expanden hacia el cine mexicano contemporáneo y hacia la ficción latinocanadiense. Su obra creativa ha sido recogida en tres antologías de cuento y en varios sitios virtuales. En el 2011 ganó el tercer premio en el marco del concurso nacional de cuento Nuestra Palabra (Toronto, Ont). Ha participado, finalmente, en la producción de dos cortos fílmicos; uno de ellos elaborado en taller con el cineasta Fernando Solanas.

Autor: Jorge Etcheverry Arcaya

 


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