A propósito de la autoayuda.

 

¿Es que no hay suficientes titulados en psiquiatría en nuestra sociedad? Me hago esta pregunta porque cada vez que voy a cualquier librería los libros de autoayuda parecen hacerse con el monopolio de la lectura. Proliferan y se reproducen como cucarachas y los hay para cada tipo de problemas en la vida, para problemas de pareja, para encontrar la felicidad, para ser más rico, para ser más estupendo, para encontrar aquello que tanto nos merecemos, en fin, hay un sinfín de libros de este estilo para cada cosa que se nos pueda ocurrir.

 

Me pregunto si los gobiernos subvencionan a los autores de estos libros con tal de que la población no se sienta tan deprimida y pueda ir al trabajo, con más o menos alegría, también autoestima, que siga funcionando con el objetivo de encontrar ese día aquello que buscan, porque todo sea dicho de paso, si la población se estanca, lo que nos rodea se parará irremediablemente.

 

En muchos casos, estamos convencidos de que no tenemos todo lo que “nos merecemos” y nos incitamos a nosotros mismos a encontrar aquello que nos falta en nuestras vidas. No me entiendan mal, a mi no me molestan esos libros, de hecho he leído alguno en momentos de quasi-depresión, pero cuando los he acabado de leer, he pensado “y este panfleto me va a ayudar a recuperar la alegría, me va a ayudar a mejorar como persona, me va a ayudar a superar lo de esa persona querida que se fue”. Ese tipo de libros intentan estimularnos para mejorar ¿no es cierto? Nos dicen constantemente que tenemos que encontrar soluciones a nuestros problemas y la mayoría de las veces a base de “mantras” que nos harán cambiar el curso de nuestra vida para hacerla estupenda, convertirá nuestras insatisfacciones en ríos de alegrías, y nuestras lágrimas en risas y felicidad.

 

Más de la población adulta, la que ya ha encontrado su camino, la que lleva una vida relativamente resuelta, que no tiene demasiados problemas económicos, con o sin pareja, con o sin hijos, pero que sabe hacia dónde va su existencia, de repente se encuentra desmotivada, insatisfecha en alguno de los campos (emocional, profesional, personal, etc.) pero no se atreve a ir al psiquiatra porque o bien éste profesional le dirá que es completamente normal lo que le pasa, o le ordenará una serie de fármacos que adormecerán los sentimientos de hastío y  aflicción, y tampoco quieren ir al psicólogo porque ya no está de moda, eso se deja para niños hiperactivos, para las grandes empresas, etc.¿Entonces que nos queda? Algo, que a parte de ser infinitamente más barato que acudir periódicamente al psicólogo, también nos evitará esas fastidiosas medicinas que igual nos hacen engordar o nos enajenan de la realidad, así que solo nos quedan los libros de autoayuda. Esos pozos llenos de sabiduría donde encontramos la curación, libros que sin conocernos, sanan todos nuestros temores, nuestras amarguras internas, nuestra falta de complacencia en nuestras vidas, esos mares de conocimiento nos dan remedios caseros, individuales o colectivos, que nos ayudarán a encontrarnos a nosotros mismos, a la pareja ideal, el secreto de la vida, aquello que merecemos, etc. Además esos libros nos explican que por una razón fisiológica el hombre es así y se comporta así y la mujer es asá y se comporta asá, porque pertenecemos a distintos planetas y es por este motivo que resulta natural que veamos las cosas de distinta manera, pero, a la vez, se nos indica que debemos de comprender nuestras limitaciones mutuas y aprender a respetarlas y comprenderlas. Otros nos explican que por un chip determinado en la fisiología de nuestro cerebro somos posesivos, inmaduros, el eterno peterpan, y una cantidad de esclarecimientos para nuestros comportamientos que nos hacen parecer santos inocentes que actúan de una manera tal por un componente químico que nos hace ser de esa manera. Nos justificamos, nos autoengañamos, nos creemos ser los buenos de nuestras propias películas.

 

Esos libros nos “comen el coco” con que merecemos todo lo mejor y por ese motivo debemos hacer un mapa del tesoro para encontrar el hombre/la mujer perfecta que está ahí fuera esperando, o esa casa estupenda, o ese trabajo fabuloso. También nos dicen que si somos pacientes y hacemos las cosas de tal manera encontraremos lo que deseamos. Pero yo me sigo preguntando “¿se nos exige un esfuerzo personal, un trabajo interior auténtico? ¿se nos cuenta que si el hombre ha llegado hasta donde ha llegado en 200.000 años de evolución es gracias a la adaptación? Porque la clave, queramos o no, está en la adaptación, la adaptación a lo que nos rodea (clima, geografía, medio, etc.) o a nuestras propias circunstancias particulares de cada ser humano (habilidades, falta de ellas, discapacidades, etc.)

 

Así que mi consejo particular es que después de un baño de autoayuda imaginado nos deberíamos poner manos a la obra y empezar a cambiar lo que no nos gusta, empezando por nosotros mismos, y si no es posible, como en la mayor parte de los casos, resignémonos a ser los que somos, a nuestra realidad, y si no podemos tener esa casa inalcanzable, para qué perder nuestra energía en algo que es imposible tener, y si esa persona que nos gusta o que queremos conseguir no está a nuestro alcance, ¿es lícito hacer una mapa del tesoro con su cara en el centro, rezando todos los días una oración para que se fije en nosotros? Si las cosas pueden conseguirse a base de un esfuerzo personal hagámoslo, trabajemos nuestro interior y nuestro exterior, tengamos voluntad de sentirnos mejor mejorando nuestro entorno, haciendo cosas por el prójimo, cuidando del medio ambiente, sin obviar que nuestro mundo es único. No se trata de conseguir todo lo que vemos en la tele y en el cine, o de cerrarnos en nuestro mundo, sino de adaptarnos a lo que tenemos con la alegría de lo afortunados que somos de estar usando temporalmente este mundo y que somos un granito más que ayudará a que nuestros hijos, sobrinos, nietos vivan en un mundo mejor. Preocupémonos más por dar felicidad que por conseguirla a costa de cualquier cosa. Y sobre todo cuidemos de lo nuestro y de lo de los demás, nuestro mundo lo agradecerá, seamos menos arrogantes y más generosos.

ISABEL CHINER SIGNES


Comentarios (1)

This comment was minimized by the moderator on the site

Gracias por tu consciencia y visión. Un placer leerte

No hay comentarios escritos aquí

Deja tus comentarios

  1. Al enviar comentario, manifiestas que conoces nuestra política de privacidad
Archivos adjuntos (0 / 3)
Compartir su ubicación

Te puede interesar

CursosCursosCursos de formación, escritura creativa.
Concursos LiterariosConcursos Literarios España y Latinoamérica
librosLibros Publicita tus libros
BiografíasBiografíasBiografías de escritores.
Recursos para escritoresRecursosRecursos para escritores
¿buscas editor?Publicar¿Deseas publicar?
AsesoríaAsesoríaAsesoría literaria. Informes, Correcciones

Cursos

banner cursos escritores org v

Asesoría

banner escritores asesoria v2

Datos de contacto

Escritores.org

CIF:  B61195087

  • Email: info@escritores.org
  • Web: www.escritores.org
  • © 1996 - 2024