Molesto, luego existo (artículo de Juan Goytisolo)
¿Quién ha elegido a los señores de las agencias de notación de riesgos para que jueguen al pimpón o al parchís con la vida del noventa y tantos por ciento de la humanidad? Esta situación es insostenible
JUAN GOYTISOLO 30/10/2011
Estaba apaciblemente sentado en la terraza del café en el que suelo concluir mis jornadas de trabajo, lectura y sesteo con el grupo de amigos marrakchís que frecuento cuando se aproximó a mi mesa un joven de aspecto agradable vestido a la moda del día: camiseta de marca, bermudas con cintillas, gorra de visera puesta al revés. Me dijo que era colombiano, pero vivía en Madrid. Preguntó si podía dedicarle unos minutos y asentí a su propuesta.
No soy un bien nacional y estoy en contra de todos los nacionalismos sean del color que sean
A mi edad la única arma defensiva de que dispongo es el humor. Cuanto más corrosivo, mejor
"Sabe usted que molesta" me dijo de entrada, tras tomar asiento entre mis compañeros.
"¿Molesto? ¿A quién? ¿Se refiere a los católicos de la FAES por mis artículos satíricos sobre la vista del Papa?"
"No solo a ellos, a muchísimos más. Sobre todo en el gremio".
"¿Qué gremio?".
"El de sus compañeros de pluma, periodistas, asiduos de tertulias".
"Lo lamento".
"Dicen que es usted... Bueno, raro".
"¿En qué sentido de la palabra queer?".
"No sé, quizá en el de los dos. Me contaron que es engreído, esquinado, que no mantiene trato con sus colegas de oficio".