La novela es un proceso de iniciación en el que el héroe pretende transformar el mundo, para acabar transformándose a sí mismo. Va pasando por un proceso personal en el que se va encontrando con varios obstáculos significativos, como el absurdo, el mal en el hombre, etc., en ese proceso va descubriendo leyes universales que el hombre comparte con el Universo, y su cometido de transformación del mundo va modificándose; de la transformación mediante el uso de la razón y la dialéctica, se pasa a la acción regenerativa, de ahí se pasa a la acción interior, por la cual, el hombre, como parte de un todo, e interrelacionado con él íntimamente, al cambiarse a sí mismo, mediante el progreso personal y espiritual de cada persona, se entiende que el Cosmos entero se ve transformado. Éste recorrido lleva al héroe, que podría ser un Quijote filósofo, desde su pueblo a la capital, allí va visitando las diferentes instituciones en que se sustenta la Sociedad Humana. En ellas conoce personajes muy variados, desde científicos e intelectuales, a sepultureros y alquimistas. Cada capítulo va alternado con una reflexión de don Innombrable, su cuaderno de investigación, en la que él mismo va cambiando sus puntos de vista y, en general, va alcanzando una transformación de su ser. Cada institución de la Sociedad Humana que el héroe visita va acompañada, obviamente, de significativos conocimientos contrastados sobre la materia; por ejemplo, visitan, tanto él, don Innombrable, como su compañero, Isaías Pomodoro, la Casa de las Lenguas, la Casa de la Ciencia, la Casa de la Historia, el Templo religioso, el Cementerio y la Universidad. Los conocimientos que entran en juego son variados, desde la alquimia, la filosofía y la literatura, hasta la historia, la ciencia, la Tradición Primordial de los Templarios, la lingüística y la filosofía hermética. Los protagonistas entran en relación con una hermandad vinculada a los antiguos Caballeros del Temple, esta hermandad se llama los Fedeli d'Amore, y se reúne en una antigua capilla templaria. Estos Fedeli d'Amore son miembros de una hermandad histórica del Medievo, se dice que Dante Alighieri perteneció a ella, y era una sociedad secreta; en mi novela se da también un rito de iniciación, en los que mezclo datos de ritos caballerescos con ritos reales de iniciación masónica. Hay mucho simbolismo o, al menos, he querido encerrar u ocultar símbolos y analogías, pero también hay mucho humor y mucha literatura de fondo; por ejemplo, está en la línea que viene desde Cervantes y Henry Fielding, hasta quizás James Joyce y Juan Benet, pasando por las alegorías de Dante y Baltasar Gracián, así como de regeneradores sociales como Ramón Pérez de Ayala y Ángel Ganivet. No es una historia de detectives, pero tiene su desenlace final, en el que todo cobra sentido. No es una novela romántica, pero en ella se dan relaciones amorosas, matrimonios fracasados, embarazos, y vínculos de amistad. No es una novela de acción, pero en ella aparecen Caballeros Templarios, persecuciones, y hasta enfrentamientos con espada. En fin, es una novela iniciática y filosófica que trata de hacer experimentar en el lector ese proceso de transformación que padece el protagonista, el cual comienza su andadura como don Innombrable, porque lo que no tiene nombre no está definido ni acabado, y sólo al final de su trayecto, cuando la materia ha tomado su forma, se insinúa el nombre de este personaje realizado.